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Alejandro Serrano


Alejandro Serrano

lunes, 28 de marzo de 2016

Necesidad de testigos. La parte no agradable en gestión de personal





Creo que es la primera entrada en el blog que no parte de algo que descubro.... sino de algo que me cuentan, aconsejan y simplemente sigo.... por la cuenta que me trae!!!!!

Situación cotidiana: empleado en línea de montaje que tiene un rendimiento notablemente inferior a la media. Tanto que "sale en los periódicos" (es la expresión que se usa cuando de un asunto "normal", hay cierta trascendencia en niveles superiores), y al primero que preguntan es al responsable de la unidad productiva.

Puede ser un fallo repetitivo en una operación que haga que la calidad del producto no sea la estipulada y el dpto. de calidad haya bloqueado esos productos o el lote entero. Pueden ser acciones que hayan hecho parar la producción o mil cosas. En definitiva, algo que le "hace destacar".

Y hay una cosa clara: "si uno no sabe que lo está haciendo mal, no puede poner remedio"

Pues dicho y hecho, salvo que el individuo en sí "tenga historial" y requiera un "trámite diferente", lo correcto y apropiado es decirlo en persona. A la cara. De forma objetiva, sin rodeos pero sin exageraciones.


Si nos ponemos en situación normal: algo así (debidamente alargado y con expresiones más precisas), "en el día de hoy has montado mal tantas piezas, en concreto los de estos pedidos (y se muestra un listado). Han sido rechazados por calidad y el director de planta pregunta acerca del mismo. Por favor, pon la máxima atención en ese punto porque posiblemente nos pregunte diferente la próxima vez que vez el rechazo así por este problema"

Punto. Nada más. No hemos llegado ni a decírselo por escrito. Solo que lo sepa.

A partir de ahí caben dos opciones.
La primera, que lo asuma y se ponga manos a la obra. Seguro que mira cada pieza tres veces la siguiente vez que tenga que hacer esa tarea.

La segunda, que le eche la culpa a las piezas, que hoy van un poco más duras que ayer, a la herramienta, que no funciona como es debido (ojo, no descartemos estas fuentes de información, pueden ser perfectamente válidas pero hay que contrastarlas) y hasta del toro de Manolete.



Pero "no se vayan todavía, aún hay más".

Me cuentan "los viejos del lugar" de algunos casos en los que la persona implicada salía del sitio donde había sido llamado llorando y criticando cómo se le había tratado. Montaba un espectáculo, tanto que las consecuencias de su falta de diligencia pasaban a segundo plano.
Y pasaba a ser la palabra de uno contra la palabra de otro.

Bastó que le sucediera a un par de responsables de producción para que, sistemáticamente, estas cosas, siempre con testigos.

Algo tan sencillo como que se le llamaba a la persona indicada aparte. Podía ser al despacho del responsable de producción, o simplemente a un punto apartado de la línea de montaje..... pero otro compañero estaría presente. 
Este compañero haría de búho. Ojos muy abiertos y ni una sola palabra. Ni una!!!!.

Pero que el implicado no montase "numerito" porque el responsable de producción tenía un testigo delante que podría relatar palabra por palabra lo que se había dicho y el implicado tendría dos problemas. El primero, que había generado un defecto o perturbado la producción y la responsabilidad era suya. El segundo, que estaba dando falso testimonio y acusaciones no procedetes.



Fueron pocas, pero fueron.... las ocasiones en las que yo tuve que hacer, tanto de testigo, como pedírselo a un compañero.
Nada fuera del guión. Se decía lo mismo. Seriedad y punto.

Simplemente, esa figura de "testigo" hacía saber que no valía con hacer una "cortina de humo". Que el tema era serio y había que afrontarlo como correspondía.







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